Se alimenta de cenizas, seducido por el pensamiento engañoso de su mente. No puede salvarse a sí mismo, y ni siquiera se pregunta: “¿No es este ídolo que sostengo sólo una mentira?”
Nosotros seguimos, no importa si recibimos honra o deshonra, si somos maldecidos o alabados. La gente nos llama fraude, pero nosotros decimos la verdad.
Sin embargo, el Espíritu explica muy claramente que en los últimos tiempos algunos abandonarán su fe en Dios, y escucharán espíritus engañadores y creencias que provienen de demonios.
Así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, estos maestros también se oponen a la verdad. Son personas con mentes corruptas cuya supuesta fe en Dios es una mentira.
Pues hubo un tiempo en que nosotros también fuimos necios y desobedientes. Éramos engañados y andábamos como esclavos de diversos deseos y placeres. Vivíamos vidas de maldad, llenas de celos. Estábamos llenos de odio los unos por los otros.
Si las personas logran escapar de la influencia malvada del mundo al conocer al Señor y Salvador Jesucristo, y luego quedan atrapadas nuevamente en el pecado y son vencidas por él, son peor de lo que eran al principio.
Y el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo, fue lanzado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Engañó a los habitantes de la tierra con milagros que hacía en nombre de la bestia, y ordenándoles para que hicieran una imagen de la bestia que había recibido la herida mortal por espada, pero que volvió a la vida.
Nunca más brillará una lámpara en ti. Nunca más se escucharán las voces del novio y la novia en ti. Tus comerciantes dirigían el mundo. Por tu brujería fueron engañadas todas las naciones.