Huye de todo lo que incite tus deseos juveniles. Busca las cosas justas y rectas, busca el amor y la paz así como a los que son cristianos y verdaderos.
Hermanos y hermanas, les ruego en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que estén en armonía y no divididos. Por el contrario, desarrollen una conducta y propósito de estar unidos.
Es enviada a la iglesia de Dios en Corinto, a aquellos que han sido justificados en Cristo Jesús, llamados para vivir en santidad, y a todos los que adoran al Señor Jesús en todas partes, el Señor de ellos y de nosotros.
¡Hagan del amor su objetivo más importante! Pero también hagan su mejor esfuerzo para lograr los dones espirituales, especialmente la capacidad de predicar el mensaje de Dios.
¡Manténganse lejos de la inmoralidad sexual! Todos los demás pecados que la gente comete ocurren fuera del cuerpo, pero la inmoralidad sexual es un pecado contra sus propios cuerpos.
La razón por la que insisto en esto es para que podamos tener el amor que nace de un corazón puro, de una conciencia limpia y de la fe sincera en Dios.
No permitas que nadie te menosprecie por ser joven. Sé un ejemplo para aquellos que creen en Dios, en tu manera de hablar, en tu estilo de vida, en amor, en fe y en pureza.
Pero tú, como hombre de Dios, debes alejarte de tales cosas. Debes procurar hacer lo recto, practicar la verdadera religión, y confiar en Dios. Que tu objetivo sea amar, ser paciente y manso.