“El primer hombre me parece que corre como Ahimaas, hijo de Sadoc”, dijo el vigilante. “Es un buen hombre”, respondió el rey. “Traerá buenas noticias”.
El vigilante informó: “El mensajero ha llegado hasta ellos, pero no regresa. ¡Su forma de conducir hace que parezca que es Jehú, hijo de Nimsi, pues conduce como un loco!”
¡Qué espectáculo tan maravilloso en las montañas es el que corre a traer buenas noticias, anunciando la paz y la buena nueva, anunciando la salvación, diciendo a Sión: “Tu Dios reina!”