Cuando Jehú volvió a salir con los otros oficiales de su amo, éstos le preguntaron: “¿Está todo bien? ¿Por qué ha venido a verte este loco?” “Ya lo conocen. Saben que habla mucho”, respondió.
“¡Mentiroso!”, le dijeron. “Por favor, dinos qué pasa”. “Bueno, me habló de esto y de lo otro, y me dijo: ‘Esto es lo que dice el Señor: te unjo como rey sobre Israel’”.
El vigilante de la torre de Jezrel vio que se acercaban los soldados de Jehú, y gritó: “¡Veo que se acerca un soldado!” “Elige un jinete”, ordenó Joram. “Envíalo a recibirlos y pregúntales: ‘¿Vienen en son de paz?’” .
El rey envió a un segundo jinete. Se acercó a ellos y les dijo: “El rey te manda a preguntar: ‘¿Vienes en son de paz?’” . “¿Qué les importa la paz a ustedes?” Respondió Jehú. “Date la vuelta y sígueme”.
Cuando llegues allí, busca a Jehú, hijo de Josafat, hijo de Nimsí. Entra, aléjalo de sus compañeros y llévalo a una habitación interior. Haz que deje a sus amigos, llévalo a una habitación privada,
Cuando Joram vio a Jehú, le preguntó: “¿Vienes en son de paz, Jehú?” “¿Qué paz puede haber con tanta prostitución y brujería causada por tu madre Jezabel?” respondió Jehú.
“Sofonías, el Señor te ha elegido como sacerdote para reemplazar a Joiada, para estar a cargo del Templo del Señor. En calidad de tal, estás obligado a poner en el cepo y en los grilletes a cualquier loco que pretenda ser profeta.
¡Ha llegado la hora del castigo! ¡El día de la paga ha llegado! ¡Que lo sepa Israel! Ustedes dicen que el profeta es un tonto, que el hombre del Espíritu ha enloquecido, porque su maldad y hostilidad es grande.
Algunos filósofos epicúreos y estoicos también discutían con él. “¿De qué habla este hombre?” Se preguntaban. Y otros concluían: “Parece que enseña sobre dioses extranjeros”, porque hablaba sobre Jesús y la resurrección.
Entonces Festo interrumpió a Pablo mientras presentaba su defensa, exclamando: “¡Pablo, te has vuelto loco! ¡Todo tu conocimiento te está llevando a la locura!”
Nosotros somos necios en Cristo, ¡pero ustedes son tan sabios en Cristo! ¡Nosotros somos los débiles, pero ustedes son tan fuertes! ¡Ustedes tienen la gloria, pero nosotros somos rechazados!