Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas
- Anuncios -




2 Reyes 5:8

Versión Biblia Libre

Pero cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey de Israel se había rasgado las vestiduras presa del pánico, envió un mensaje al rey, diciendo “¿Por qué te has rasgado las vestiduras? Por favor, envíame a ese hombre, para que se convenza de que hay un profeta en Israel”.

Ver Capítulo Copiar

14 Referencias Cruzadas  

Entonces David les ordenó a Joab y a todos los que estaban allí: “Rasguen sus ropas, pónganse silicio y hagan duelo por Abner”. El mismo rey David siguió el cuerpo mientras lo llevaban a la tumba.

Pero llegó un mensaje del Señor a Semaías, el hombre de Dios, que decía:

“Ahora estoy convencida de que eres un hombre de Dios, y de que lo que el Señor habla a través de ti es la verdad”, respondió la mujer.

“Un hombre vino a nuestro encuentro”, respondieron. “Nos dijo: ‘Vuelvan ante el rey que los ha enviado y díganle: Esto es lo que dice el Señor: ¿Es porque no hay Dios en Israel por lo que mandas a pedir consejo a Baal-zebub, el dios de Ecrón? Como resultado, no te levantarásdel lecho en el que estás acostado. Definitivamente vas a morir’”.

Entonces Naamán y todo su séquito volvieron al hombre de Dios, se presentaron ante él y Naamán anunció: “Ahora estoy convencido de que no hay Dios en todo el mundo, excepto en Israel. Por favor, acepta un regalo de mí, tu siervo”.

Ella le dijo a su ama: “Si mi amo fuera a ver al profeta que vive en Samaria. Estoy segura de que él podría curarlo de su lepra”.

Cuando el rey de Israel leyó la carta, se rasgó las vestiduras presa del pánico y dijo: “¿Acaso este hombre se cree Dios, que tiene poder sobre la vida y la muerte, y me envía a curar a un leproso? Evidentemente, sólo está tratando de inventar una excusa para atacarme, como cualquiera puede ver”.

Así que Naamán llegó con sus caballos y carros y se quedó esperando a la puerta de la casa de Eliseo.

Todos tus oficiales vendrán a mí, se inclinarán ante mí y me dirán: ‘¡Vete y llévate a todos tus seguidores!’ Después de eso me iré”. Moisés se enfadó mucho y se fue de la presencia del Faraón.

“Tanto si escuchan como si no, pues son un pueblo rebelde, se darán cuenta de que ha llegado a ellos un profeta.

A través de un profeta el Señor sacó a Israel de Egipto, y fueron cuidados por un profeta también.

Ahora déjenme hablarles a ustedes, extranjeros. En tanto que soy un misionero para los extranjeros, promuevo lo que hago

Pero el criado le respondió: “¡Espera! Hay un hombre de Dios en esta ciudad. Tiene muy buena fama, y todo lo que dice se cumple. Vamos a verle. Tal vez él pueda decirnos qué camino debemos tomar”.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos