Así que hubo una gran hambruna en Samaria. De hecho, el asedio duró tanto que una cabeza de burro costaba ochenta siclos de plata, y un cuarto de litro de cab de estiércol de paloma costó cinco siclos de plata.
¡Presten atención! El Señor, el Señor Todopoderoso, le quitará a Jerusalén y a Judá todo aquello de lo que dependen: sus reservas de alimentos y todos los medios de abastecimiento de agua,
El rey Sedequías dio la orden de que Jeremías fuera recluido en el patio de la guardia y que se le proporcionara una hogaza de pan cada día de una panadería hasta que no quedara pan en la ciudad. Así que Jeremías se quedó en el patio de la guardia.
Esto es lo que dice el Señor: El que se quede en esta ciudad morirá de guerra, de hambre y de enfermedad, pero el que se pase a los babilonios vivirá. Su recompensa será salvar su vida.
“Esto es lo que dice el Señor Dios: ¡Será mucho peor cuando envíe mis cuatro severos juicios contra Jerusalén: la guerra, el hambre, los animales salvajes y las enfermedades, de modo que tanto las personas como los animales mueran!
En tu ciudad los padres se comerán a sus propios hijos, y los hijos se comerán a sus padres. Voy a castigarte y a dispersar en todas direcciones a los que queden.
“Un tercio de tu pueblo morirá de enfermedad o de hambre dentro de la ciudad; un tercio morirá a espada fuera de los muros de la ciudad; y un tercio lo esparciré al viento en todas direcciones, y soltaré una espada detrás de ellos para perseguirlos.
“Fuera de la ciudad hay ataques armados; dentro hay enfermedades y hambre. Los que estén en el campo morirán a espada, y los que estén en la ciudad serán destruidos por el hambre y la enfermedad.
Enviaré una hambruna para que haya escasez de pan. Un horno servirá para las necesidades de diez mujeres que hacen pan. Se distribuirá por peso para que coman, pero no tendrán suficiente.
Esto es lo que dice el Señor Todopoderoso: Los ayunos que hacen el cuarto, quinto, séptimo y décimo mes serán tiempos de alegría y regocijo para el pueblo de Judá. Y habrá fiestas de celebración. Pero amen la verdad y la paz.