Joaquim hizo lo malo a los ojos del Señor, tal como lo había hecho su padre.
Sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, al seguir las repugnantes prácticas paganas de las naciones que el Señor había expulsado ante los israelitas.
Sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, tal como los de su padre Manasés.
Siguió todos los caminos de su padre, y sirvió a los ídolos que su padre había servido, inclinándose en adoración a ellos.
En aquel tiempo los oficiales de Nabucodonosor, rey de Babilonia, atacaron Jerusalén y la sitiaron.
Se paseó con los demás leones y se hizo fuerte. Cuando aprendió a despedazar a sus presas, empezó a comer gente.