El faraón Neco nombró a Eliaquim, hijo de Josías, rey en sucesión de su padre Josías, y cambió el nombre de Eliaquim por el de Joaquim. Neco llevó a Joacaz a Egipto, donde murió.
Neco, rey de Egipto, nombró a Eliaquim, hermano de Joacaz, rey de Judá y de Jerusalén, y cambió el nombre de Eliaquim por el de Joacim. Neco se llevó a Egipto al hermano de Eliaquim, Joacaz.
y desde el tiempo de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el quinto mes del undécimo año de Sedequías, hijo de Josías, rey de Judá, que fue cuando el pueblo de Jerusalén partió al exilio.
Este es el mensaje que le llegó a Jeremías de parte del Señor cuando el rey Sedequías envió a Pasur, hijo de Malquías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, a hablar con él. Le dijeron:
Sedequías tenía veintiún años cuando llegó a ser rey, y reinó en Jerusalén durante once años. Su madre se llamaba Hamutal, hija de Jeremías y era de Libna.
Hizo un acuerdo con uno de los miembros de la familia real y le hizo jurar que sería un súbdito leal como rey. Luego llevó al exilio a los líderes del país,
“Vivo yo, declara el Señor Dios, que va a morir en Babilonia, en el país del rey que lo puso en el trono, cuyo juramento despreció y cuyo acuerdo rompió.
Los babilonios se acercaron a ella y a su lecho de amor, y la mancillaron con su deseo sexual. Sin embargo, después de haber sido deshonrada por ellos, los rechazó con disgusto.
El jefe de los eunucos les dio nuevos nombres: A Daniel lo llamó Beltsasar, a Ananías lo llamó Sadrac, a Misael lo llamó Mesac y a Azarías lo llamó Abednego.