Josías tenía ocho años cuando se convirtió en rey, y reinó en Jerusalén durante treinta y un años. Su madre se llamaba Jedidá, hija de Adaías. Ella era de Bozkat.
Gritó la condena del Señor al altar: “Altar, altar, esto es lo que dice el Señor. A la casa de David le nacerá un hijo. Se llamará Josías, y sobre ti sacrificarán los sacerdotes de los altares que queman ofrendas sobre ti, y sobre ti se quemarán huesos humanos”.
Este es el mensaje que el Señor le dio a Sofonías. Él era el hijo de Cusí, hijo de Guedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías. Esto pasó cuando Josías, hijo de Amón, era rey de Judá.