Los canales comenzarán a apestar; las ramas del Nilo en Egipto se secarán hasta quedar en un hilillo y se secarán; las cañas y los juncos se marchitarán.
Él dijo: “¡Yo fui quien construyó esta gran ciudad de Babilonia! Por mi propio gran poder la construí como mi residencia real para mi majestuosa gloria!”