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Referencias Cruzadas

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2 Reyes 19:21

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Esta es la palabra con la que el Señor lo condena: La virgen hija de Sión te desprecia y se burla de ti; la hija de Jerusalén mueve la cabeza cuando huyes.

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24 Referencias Cruzadas  

Podría hablar como si ustedes estuvieran en mi lugar, encadenando palabras para criticarlos, ridiculizándolos con un movimiento de cabeza.

¡La gente me ridiculiza, me miran y menean la cabeza!

Hija de Babilonia, ¡serás destruida! ¡Dichoso el que haga pagar lo que nos hiciste, el que haga contigo lo que hiciste a nosotros!

Nos has vuelto un chiste para las otras naciones; sacuden con fuerza sus manos ante nosotros.

así podré alabarte en las puertas de Sión, por la alegría de tu salvación.

La hija de Sión ha quedado como una choza en una viña, como una cabaña en un campo de pepinos, como una ciudad sitiada.

Cultiva tu tierra, pueblo de Tarsis, como lo hacen junto al Nilo, pues ya no tienes puerto.

Dijo: “No festejes más, virgen maltratada hija de Sidón. Ve y navega hasta Chipre; pero ni siquiera allí encontrarás descanso”.

Baja y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia. Siéntate en el suelo sin trono, hija de Babilonia! La gente ya no te llamará gentil y delicada.

Siéntate tranquila y vete a las tinieblas, hija de Babilonia. Nunca más serás llamada reina de todos los reinos.

Esto es lo que debes decirles: Las lágrimas brotan de mis ojos sin cesar, de día y de noche, porque mi pueblo ha sido aplastado por un duro golpe, una herida realmente grave.

En consecuencia, esto es lo que dice el Señor: Pregunten en las naciones: ¿alguien ha escuchado algo así? La virgen Israel ha actuado muy mal.

Voy a reconstruirte, y así será. Serás reconstruida, Virgen Israel. Volverás a coger tus panderetas y saldrás a bailar con alegría.

¡Ve a buscar ungüento curativo en Galaad, virgen hija de Egipto! Pero todo lo que uses para ayudarte fracasará, porque no hay nada que te cure.

El Señor hizo a un lado a todos mis fuertes soldados que me defendían. Convocó un ejército para atacarme, para aplastar a mis jóvenes. El Señor ha pisoteado a la virgen hija de Judá como a las uvas en un lagar.

¿Qué puedo decirte? ¿Con qué te compararé, hija de Jerusalén? ¿A qué puedo decir que te pareces para consolarte, virgen hija de Sión? Porque tu herida es tan grande como el mar; ¿quién podrá curarte?

Todos los que pasan se burlan de ti, aplauden, silban y sacuden la cabeza con desprecio a la Hija de Jerusalén. “¿Es ésta realmente la ciudad que la gente llamaba la perfección de la belleza, la alegría de toda la tierra?” , preguntan.

Celebren y alégrense mientras puedan, pueblo de Edom, ustedes que viven en la tierra de Uz, porque esta copa se les pasará a ustedes también. Ustedes se embriagarán y se desnudarán.

¡La doncella Israel ha caído y no volverá a levantarse! Yace allí abandonada en el suelo, y no hay quien la ayude.

Y en cuanto a ti, Jeruslén, atalaya del rebaño, recobrarás tu gobierno y poder: el reino se le devolverá a Jerusalén.

Estén felices y celebren, pueblo de Sión! ¡Grita, pueblo de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti. Él hace lo recto y trae la salvación; es humilde, viene montado sobre un asno—en realidad sobre un potro, que es la cría de un asno.

Los que pasaban por ahí le gritaban insultos, sacudiendo sus cabezas,




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