2 Reyes 18:30

Versión Biblia Libre

Nole crean a Ezequías cuando les diga que confíen en el Señor, diciendo: ‘Estoy seguro de que el Señor nos salvará. Esta ciudad nunca caerá en manos del rey de Asiria’.

Referencias Cruzadas

2 Reyes 18:29

Esto es lo que dice el rey: ¡No se dejen engañar por Ezequías! ¡No puede salvarlos de mí!

2 Reyes 18:31

No escuchen a Ezequías. Esto es lo que dice el rey: Haz un tratado de paz conmigo y ríndete a mí. Así cada uno comerá de su propia vid y de su propia higuera, y beberá agua de su propio pozo.

2 Reyes 19:10

“Dile a Ezequías, rey de Judá: ‘No dejes que tu Dios, en el que confías, te engañe diciendo que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria.

2 Reyes 19:22

¿A quién has insultado y ridiculizado? ¿Contra quién has levantado la voz? ¿A quién miraste con ojos tan orgullosos? ¡Fue contra el Santo de Israel!

2 Reyes 19:6

éste les respondió: “Díganle a su amo: Esto es lo que dice el Señor: ‘No te asustes por las palabras que has oído, las que usan los servidores del rey de Asiria para blasfemar contra mí.

Salmos 11:1

Señor, tú eres mi protección. ¿Cómo puedes decirme “Huye hacia las montañas como las aves?”

Salmos 3:3

Pero tu, oh Señor, eres un escudo protegiéndome. Tu me das la victoria; y sostienes mi cabeza en alto.

Salmos 4:2

¿Hasta cuándo, oh pueblo, arruinarás mi reputación? ¿Hasta cuándo amarás la vanidad y las mentiras? Selah.

Salmos 42:4

Me siento inconsolable al recordar cuando caminaba entre las multitudes, guiándolos en una procesión hacia la casa del Señor, con cantos de alegría y canciones de agradecimiento de los adoradores en el festival.

Salmos 71:11

Ellos dicen: “Dios lo ha desechado. Vayamos a buscarlo porque no tiene a nadie que lo salve”.

Salmos 71:9

No me rechaces ahora que estoy envejeciendo. Cuando mi fuerza se acabe, por favor, no me abandones.

Mateo 27:43

Él cree en Dios con tanta seguridad, —pues entonces que Dios lo rescate si lo quiere, pues él decía ‘yo soy el Hijo de Dios’”.

Lucas 23:35

La gente estaba allí y miraba, y los líderes se burlaban de Jesús: “Salvó a otros, entonces que se salve a sí mismo si es realmente el Mesías de Dios, el Escogido”, decían.