Sólo deben adorar al Señor, que los sacó de Egipto, ayudándolos con su gran poder y su fuerte brazo. Inclínense solo ante él y ofrézcanle sacrificios solo a él.
“Así que di a los israelitas: ‘Yo soy el Señor y los salvaré del trabajo forzoso que les imponen los egipcios; yo los liberaré su esclavitud. Los rescataré usando mi poder e imponiendo fuertes castigos.
No tengan miedo de aquellos que pueden matarlos físicamente, pero que no pueden matarlos espiritualmente. En lugar de ello, tengan miedo de Aquel que puede destruirlos física y espiritualmente en Gehena.
Recuerda que una vez fueron esclavos en Egipto, y que el Señor su Dios los sacó de allí con su gran poder y su increíble fuerza. Es por eso que el Señor tu Dios te ha ordenado que guardes el día de reposo.
¿Quién no te rendiría reverencia, oh, Señor? ¿Quién es el que no glorificaría tu nombre? Pues solo tú eres santo. ¡Todas las naciones vendrán a adorarte porque has demostrado con tus actos que eres justo!”