Acaz tenía veinte años cuando llegó a ser rey, y reinó en Jerusalén durante dieciséis años. Pero a diferencia de David, su antepasado, no hizo bien las cosas a los ojos del Señor, su Dios.
Abías cometió todos los pecados que su padre había cometido antes que él. No estaba totalmente dedicado al Señor su Dios como lo había estado su antepasado David.