Zacarías, hijo de Jeroboam, llegó a ser rey de Israel en el año treinta y ocho del reinado de Azarías, rey de Judá. Reinó en Samaria durante seis meses.
El Señor le dijo a Jehú: “Puesto que has hecho bien y has llevado a cabo lo que es justo a mis ojos, y has cumplido todo lo que planeé para la casa de Acab, tus descendientes se sentarán en el trono de Israel hasta la cuarta generación”.
Sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, como los de sus antepasados también. No puso fin a los pecados que Jeroboam, hijo de Nabat, había hecho cometer a Israel.
Entonces el Señor le dijo a Oseas: “Ponle por nombre Jezreel, porque yo castigaré la casa de Jehú por la sangre que derramó sobre Jezreel; y yo pondré fin al reino de Israel.
Los lugares altos de los descendientes de Isaac serán derribados, y los lugares santos de Israel serán destruidos. Con espada en mano, me levantaré contra la casa de Jeroboam”.