Porque cuando llegues al final de tu vida y te unas a tus antepasados en la muerte, llevaré al poder a uno de tus descendientes, a uno de tus hijos, y me aseguraré de que su reino tenga éxito.
Entonces Roboam murió y fue enterrado con sus antepasados en la Ciudad de David. El nombre de su madre era Noamá la amonita. Y su hijo Abías le sucedió como rey.
El Señor le dijo a Jehú: “Puesto que has hecho bien y has llevado a cabo lo que es justo a mis ojos, y has cumplido todo lo que planeé para la casa de Acab, tus descendientes se sentarán en el trono de Israel hasta la cuarta generación”.
Joacaz, hijo de Jehú, llegó a ser rey de Israel en el año veintitrés del reinado de Joás, hijo de Ocozías, rey de Judá. Reinó en Samaria durante diecisiete años.