Así fue como Jehú destruyó el culto a Baal en Israel,
Destrozaron el pilar sagrado de Baal, derribaron el templo de Baal y lo convirtieron en un retrete, lo que sigue siendo hasta hoy.
pero no puso fin a los pecados que Jeroboam, hijo de Nabat, había hecho cometer a Israel: la adoración de los becerros de oro en Betel y Dan.
Yo la castigaré por todas las veces que le ofreció incienso a Baal, vestida, usando anillos y joyas, buscando a sus amantes, y olvidándose de mi, dice el Señor.