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Referencias Cruzadas

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2 Reyes 10:15

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Salió de allí y se encontró con Jonadab, hijo de Recab, que venía a su encuentro. Jehú lo saludó y le preguntó: “¿Estás tan comprometido conmigo como yo contigo?” . “Sí, lo estoy”, respondió Jonadab. “En ese caso, dame tu mano”, dijo Jehú. Así que él extendió su mano, y Jehú lo ayudó a subir al carro.

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20 Referencias Cruzadas  

Labán se levantó temprano por la mañana y dio un beso de despedida a sus nietos e hijas. Los bendijo y luego se fue para volver a casa.

Entonces Jacob bendijo de nuevo al faraón antes de dejarlo.

Entonces José fue con su padre Jacob y le presentó al faraón. Después de que Jacob bendijera al faraón,

Los hombres pensaron que esto era una buena señal e inmediatamente le tomaron la palabra al rey, diciendo: “Sí, Ben-Adad es tu hermano”. “¡Vayan a buscarlo!”, dijo el rey. Así que Ben-hadad salió de su escondite y se entregó a Acab, quien lo subió a su carro.

se encontró con algunos parientes de Ocozías, rey de Judá. “¿Quiénes son ustedes?” , les preguntó. “Somos parientes de Ocozías”, le respondieron. “Hemos venido a visitar a los hijos del rey y de la reina madre”.

“¡Atrápenlos vivos!” ordenó Jehú. Así que los tomaron vivos y los mataron en el pozo de Bed-Equed. Eran cuarenta y dos hombres. No permitió que ninguno de ellos viviera.

“¡Preparen mi carro!” gritó Joram, y ya tenían su carro preparado. Entonces Joram, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, partieron en sus carros por separado, y se encontraron con Jehú en el terreno que antes era propiedad de Nabot de Jezrel.

y las familias de escribas que vivían en Jabes: los tirateos, los simeateos y los sucateos. Estos fueron los ceneos que descendían de Hamat, el padre de la casa de Recab.

Hicieron voto de despedir a sus mujeres, y presentaron un carnero del rebaño como ofrenda por su culpa.

Malquías, hijo de Recab, jefe del distrito de Bet-haquerem, reparó la Puerta de la Basura, la reconstruyó y colocó sus puertas, junto con sus cerrojos y barras.

¿Quién vino en mi defensa contra los malvados; quién se opuso por mí contra los que hacen el mal?

Ve a donde los recabitas en vivo. Invítalos a venir contigo a una de las salas del Templo del Señor y ofréceles vino para beber.

No respetó su juramento al romper el acuerdo. Como estrechó la mano en señal de la promesa que hizo, y sin embargo se rebeló de esta manera, ¡no quedará impune!

“¿Cómo podría entender, si no hay quien me explique?” respondió el hombre. Entonces invitó a Felipe a subirse al carruaje y sentarse junto a él.

y cuando reconocieron también la gracia que me había sido dada, entonces Santiago, Pedro y Juan, quienes llevaban la responsabilidad de ejercer el liderazgo de la iglesia, estrecharon sus manos conmigo y Bernabé, aceptándonos como sus compañeros de trabajo.

Les ruego, mis amigos: sean como yo, porque yo me volví como ustedes. Ustedes nunca me trataron mal.




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