Estas personas no sirven a Cristo nuestro Señor sino a sus propios apetitos, y con su forma de hablar lisonjera y palabras agradables engañan las mentes de las personas desprevenidas.
Así que, mis queridos hermanos y hermanas: sean fuertes, permanezcan firmes, haciendo todo lo que puedan por la obra del Señor, pues saben que ninguna cosa que hagan por él es en vano.
Me preocupa que, de algún modo, así como la serpiente engañó a Eva con su astucia, ustedes puedan ser descarriados en su forma de pensar sobre su compromiso sincero y puro con Cristo.
Ya no deberíamos ser más como niños, sacudidos por cualquier viento de doctrina, confundidos por los engaños humanos, y conducidos al error por personas astutas que hacen planes engañosos;
Aunque no estoy allí, físicamente, con ustedes, los acompaño en espíritu. Estoy muy contento de ver la manera como ustedes están unidos y cuán firmes están en Cristo.
Cuídense de que nadie los esclavice con sus filosofías y engaños vanos, siguiendo las tradiciones humanas y conceptos de este mundo, ni dejen de seguir a Cristo.
Así que recuerda de dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a lo que hacías al principio. De lo contrario vendré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, a menos que te arrepientas.