Mi Dios envió a su ángel para cerrar la boca de los leones. No me han hecho daño porque he sido hallado inocente a sus ojos. Además, nunca le he hecho ningún mal, Su Majestad”.
Incluso el arcángel Miguel, cuando discutía con el diablo sobre el cuerpo de Moisés, no se animó a condenarlo con insultos difamatorios, sino que dijo: “Que el Señor te reprenda”.