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Referencias Cruzadas
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2 Crónicas 9:4

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la comida que había en la mesa, cómo vivían sus funcionarios, cómo funcionaban sus sirvientes y cómo estaban vestidos, las ropas de los camareros y los holocaustos que presentaba en el Templo del Señor, quedó tan asombrada que apenas podía respirar.

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22 Referencias Cruzadas  

la comida que había en la mesa, cómo vivían sus funcionarios, cómo funcionaban sus sirvientes y cómo estaban vestidos, la ropa de los camareros y los holocaustos que presentaba en el Templo del Señor, quedó tan asombrada que apenas podía respirar.

Salomón envió este mensaje a Hiram:

“Como sabes, mi padre David no pudo construir un Templo para honrar al Señor su Dios debido a las guerras que se libraron contra él desde todas las direcciones, hasta que el Señor conquistó a sus enemigos.

Derribó el dosel del sábado que habían construido en el Templo, así como la entrada exterior del rey al Templo del Señor. Hizo esto para complacer al rey de Asiria.

Ellos tenían la responsabilidad hasta ahora de cuidar la Puerta del Rey en el lado Este. Eran los guardianes de los campamentos de los levitas.

Vio al rey de pie junto a su columna en la entrada. Los comandantes y los trompetistas estaban con el rey, y todos celebraban y tocaban las trompetas mientras los cantantes con instrumentos musicales dirigían las alabanzas. Atalía se rasgó las vestiduras y gritó: “¡Traición! Traición!”

Cuando la reina de Saba vio la sabiduría de Salomón y el palacio que había construido,

Le dijo al rey: “Es cierto lo que he oído en mi país sobre tus proverbios ¡y tu sabiduría!

Señor, por favor responde a mi oración y a las oraciones de los que aman adorarte. Por favor, permíteme tener éxito hoy y haz que el rey simpatice conmigo’”. Yo era el copero del rey.

Me siento agotado de tanto esperar por tu salvación, pero mantengo mi esperanza en tu palabra.

¡Por favor, respóndeme pronto Señor, porque muero! No te apartes de mi, porque entonces iré también a la tumba.

“Vengan, coman mi carne y beban del vino que he mezclado.

Mujeres de Jerusalén, prométanme que si encuentran a mi amor y no saben qué decirle, díganle que estoy débil de amor.

El príncipe mismo puede venir y sentarse dentro de la puerta para comer en presencia del Señor. Debe entrar por el pórtico de la puerta y salir por el mismo camino”.

El príncipe debe entrar por el pórtico de la puerta desde fuera y se situará junto al poste de la puerta, y los sacerdotes sacrificarán sus holocaustos y ofrendas de paz. Se inclinará en señal de respeto en el umbral de la puerta y saldrá, pero la puerta no se cerrará hasta la noche.

¿Cómo puedo yo, tu siervo, hablarte, mi señor? No tengo fuerzas y apenas puedo respirar”.

Pero les digo que ni siquiera Salomón en todo su esplendor se vistió como una de esas flores.

Cuán bueno será para los siervos a quienes el maestro encuentre despiertos cuando él regrese. ¡Les aseguro que el maestro se vestirá, los mandará a sentarse para comer, y él mismo les servirá a ellos!

Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Pero él me tocó con su mano derecha y dijo: “No tengas miedo, yo soy el primero y el último.

Mira, yo estoy tocando a la puerta. Si alguno oye mi llamado y abre la puerta, entraré y comeré con él, y él conmigo.




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