te estoy dando lo que pediste. Te estoy dando una mente sabia, con un entendimiento de lo que es correcto, más que cualquier otro antes de ti o después de ti.
La reina de Saba se enteró de la fama de Salomón y vino a Jerusalén para ponerle a prueba con preguntas difíciles. Trajo consigo un séquito muy numeroso, con camellos cargados de especias, grandes cantidades de oro y piedras preciosas. Se acercó a Salomón y le preguntó todo lo que tenía en mente.
Yo no los llamaré más siervos, porque los siervos no son considerados como de confianza por su amo. Yo los llamo amigos, porque todo lo que mi Padre me dijo yo se los he dicho a ustedes.
Pues la palabra de Dios es viva y eficaz, y más afilada que espada de dos filos, que penetra hasta separar la vida y el aliento, así como los tendones y los tuétanos, juzgando los pensamientos y las intenciones de la mente.