sin incluir el que recibía de los comerciantes y mercaderes. Todos los reyes de Arabia y los gobernadores del país también le llevaban oro y plata a Salomón.
¡Condena a las bestias de los montes, a los bueyes y terneros! Sean humillados y traigan barras de plata como tributo a ti! ¡Dispersa, Señor, a las naciones sanguinarias!