Hiram le envió barcos al mando de sus propios oficiales, junto con marineros experimentados. Fueron con los hombres de Salomón a Ofir, donde cargaron 450 talentos de oro, que luego llevaron al rey Salomón.
El rey Salomón dio a la reina de Saba todo lo que quiso, todo lo que pidió. Esto era mucho más de lo que ella había traído al rey. Luego, ella y sus acompañantes regresaron a su país.