Luego, durante los siete días siguientes, Salomón celebró la fiesta con todo Israel, una gran reunión que llegó desde Lebo-hamat hasta el Wadi de Egipto.
Así fue como el Señor hizo un acuerdo con Abrán ese día, prometiéndole: “Yo le daré esta tierra a tus descendientes. Se extiende desde el Wadi de Egypto hasta el gran Río Éufrates,
Entonces Salomón, junto con todo Israel, observó la fiesta ante el Señor, nuestro Dios, durante siete días, y luego otros siete días; en total, catorce días. Era una gran asamblea de gente, que venía desde tan lejos como Lebó-jamat hasta el Wadi de Egipto.
Había una tremenda alegría en Jerusalén, pues desde los tiempos de Salomón, hijo de David, rey de Israel, no había ocurrido nada parecido en la ciudad.
Durante los siete días de la fiesta que comienza el decimoquinto día del séptimo mes, se debe presentar el mismo número de ofrendas por el pecado, holocaustos, ofrendas de grano y aceite de oliva.
¡Tengan cuidado, pueblo de Israel! Yo enviaré una nación enemiga que los atacará, dice el Señor de Poder, y ellos los oprimirán desde el Paso de Jamat, hasta el Valle de Arabá.