Entonces el rey se volvió y bendijo a toda la asamblea de Israel, mientras todos estaban de pie.
El rey se volvió hacia toda la asamblea de Israel que estaba de pie y los bendijo,
Cuando David terminó de presentar los holocaustos y las ofrendas de amistad, bendijo al pueblo en nombre del Señor.
Una vez terminadas las ofrendas, el rey y todos los que estaban allí con él se inclinaron y adoraron.
Cuando Ezequías y sus funcionarios llegaron y vieron lo que se había recogido, dieron gracias al Señor y a su pueblo Israel.
Sin embargo, te he construido un magnífico Templo, un lugar para que vivas para siempre”.
Dijo: “Alabado sea el Señor, Dios de Israel, que ha cumplido la promesa que le hizo a mi padre David cuando le dijo:
“El príncipe debe entrar cuando el pueblo lo haga, y salir cuando éste salga.
Pero se reunieron a su alrededor tantas personas, que tuvo que subirse a una barca y allí se sentó a enseñar, mientras que todas las multitudes se quedaron de pie en la playa.
Josué los bendijo, los despidió y se fueron a casa.