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Referencias Cruzadas

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2 Crónicas 30:6

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Así que los mensajeros fueron a todo Israel y Judá llevando cartas del rey y de sus funcionarios y con la autorización del rey. Decían: “Hijos de Israel, vuelvan al Señor, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, para que él los devuelva a ustedes, que han escapado de la opresión de los reyes de Asiria.

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25 Referencias Cruzadas  

A la hora del sacrificio vespertino, el profeta Elías se acercó al altar y oró: “Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, demuestra hoy que eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que todo lo que he hecho ha sido por orden tuya.

Pul, rey de Asiria, invadió el país. Menajem pagó a Pul mil talentos de plata para que apoyara a Menajem en la consolidación de su poder sobre el reino.

Durante el reinado de Peca, rey de Israel, Tiglat-Pileser, rey de Asiria, invadió y capturó Iyón, Abel-Bet-Macá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad, Galilea y toda la tierra de Neftalí, y llevó al pueblo a Asiria como prisioneros.

Señor, el Dios de Abrahán, de Isaac, de Israel y de nuestros antepasados, por favor, mantén estos pensamientos y compromisos en la mente de tu pueblo para siempre, y haz que permanezcan leales a ti.

Así que el Dios de Israel animó a Pul, rey de Asiria, (también conocido como Tiglat-Pileser, rey de Asiria), para que invadiera la tierra. Llevó al exilio a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés. Los llevó a Halah, a Habor, a Hara y al río de Gozán, donde permanecen hasta el día de hoy.

Entonces Tiglat-pileser, rey de Asiria, vino a Acaz, pero lo atacó en vez de ayudarlo.

Se enviaron cartas por mensajero a todas las provincias del imperio del rey con órdenes de destruir, matar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, mujeres y niños, y confiscar sus posesiones, todo en un solo día: el día trece del duodécimo mes, el mes de Adar.

Por orden del rey, los mensajeros montados en los caballos de relevo del rey salieron a toda prisa. El decreto se emitió también en la fortaleza de Susa.

Los días de mi vida corren como un corredor, pasando a toda prisa sin que yo vea ninguna felicidad.

Si el Señor Todopoderoso no nos hubiera dejado sobrevivir a algunos de nosotros, nos habríamos convertido en Sodoma y Gomorra.

Aunque una décima parte de la población permanezca en la tierra, ésta volverá a ser destruida. Pero de la misma manera que el terebinto y el roble dejan cepas cuando son cortados, así la semilla sagrada permanecerá como cepa”.

El profeta Jeremías escribió esta carta y la envió desde Jerusalén a los ancianos que habían quedado entre los exiliados, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los demás que habían sido desterrados de Jerusalén a Babilonia por Nabucodonosor.

Vuelvan, hijos infieles, declara el Señor, porque estoy casado con ustedes. Los tomaré, uno de un pueblo y dos de una familia, y los llevaré a Sión.

Israel, si quieres volver, vuelve a mí, declara el Señor. Si te deshaces de esos ídolos desagradables que veo, y no te alejas,

Un corredor entrega su mensaje a otro para que lo lleve; un mensajero sigue a otro mensajero, todos ellos alertan al rey de Babilonia de la noticia de que su ciudad ha sido completamente conquistada,

Debemos mirarnos a nosotros mismos, examinar nuestros actos y volver al Señor.

Tráenos de regreso a ti, Señor, para que podamos volver a estar contigo. Por favor, restaura nuestras vidas a como era antes.

“Diles: En mi vida, declara el Señor Dios, no me produce ningún placer que los malvados mueran. ¡Me gustaría que dejaran de pecar y vivieran! ¡Dejen de pecar! ¿Por qué han de morir, pueblo de Israel?

Vuelve, Israel, al Señor tu Dios, porque tus pecados te han hecho caer.

“¡Vamos! Volvamos al Señor. Él nos ha hecho pedazos, pero ahora nos sanará; nos ha derribado, pero pondrá vendas en nuestras heridas.

Así que dice esto al pueblo: Vuelvan a mi, y yo volveré a ustedes, dice el Señor Todopoderoso.

No sean como sus padres. Ellos recibieron advertencia de los profetas: ¡Abandonen sus malos caminos y sus malas acciones! Pero no escucharon ni me prestaron atención, dice el Señor.

Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Laven sus manos, pecadores. Purifiquen sus corazones, ustedes que tienen lealtades divididas.




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