porque no habían podido celebrarlo a la hora habitual, ya que no se habían purificado suficientes sacerdotes y el pueblo no había tenido tiempo de llegar a Jerusalén.
Así que decidieron enviar un anuncio a todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, invitando a la gente a venir a celebrar la Pascua al Señor, el Dios de Israel, en Jerusalén, pues muchos no habían hecho lo que exigía la Ley.