porque no habían podido celebrarlo a la hora habitual, ya que no se habían purificado suficientes sacerdotes y el pueblo no había tenido tiempo de llegar a Jerusalén.
Comenzaron el trabajo de purificación el primer día del primer mes, y al octavo día del mes habían llegado al pórtico del Templo. Durante ocho días más trabajaron en la purificación del Templo, y terminaron el día dieciséis del primer mes.
Como no había suficientes sacerdotes para desollar todos los holocaustos, sus parientes levitas los ayudaban hasta que el trabajo estaba terminado y los sacerdotes se habían purificado. (Los levitas habían sido más concienzudos en la purificación que los sacerdotes).
El día catorce del segundo mes mataron el cordero de la Pascua. Los sacerdotes y los levitas se avergonzaron, y se purificaron y trajeron holocaustos al Templo del Señor.
Ezequías, rey de Judá, dio mil toros y siete mil ovejas como ofrendas en nombre de la asamblea. Los funcionarios, a su vez, dieron mil toros y diez mil ovejas como ofrendas en nombre de la asamblea. Un gran número de sacerdotes se purificó.
Sacrifiquen los corderos de la Pascua, purifícate y prepárate para ayudar al pueblo que viene a cumplir los requisitos dados por el Señor a través de Moisés”.