Los babilonios rompieron en pedazos las columnas de bronce, los carros móviles y el mar de bronce que pertenecían al Templo del Señor, y se llevaron todo el bronce a Babilonia.
David también tomó una gran cantidad de bronce de Tibhat y de Cun, ciudades que habían pertenecido a Hadad-Ezer. Salomón utilizó ese bronce para hacer el mar de bronce, las columnas y los diversos objetos de bronce.