Jotam se hizo poderoso porque se aseguró de que lo que hacía seguía los caminos del Señor, su Dios.
El Señor apoyó a Josafat porque siguió los caminos de su padre David. No creía en los baales,
sino que adoraba al Dios de su padre y obedecía sus mandamientos, a diferencia de lo que hacía el reino de Israel.
Aun así, has hecho algunas cosas buenas, como destruir los postes de Asera en todo el país, y te has comprometido sinceramente a seguir a Dios”.
Adoró a Dios durante la vida de Zacarías, quien le enseñó a respetar a Dios. Mientras siguió al Señor, Dios le dio éxito.
Jotam luchó con el rey de los amonitas y los derrotó. Los amonitas le dieron cada año durante tres años cien talentos de plata, y diez mil coros de trigo y diez mil de cebada.