Jotam luchó con el rey de los amonitas y los derrotó. Los amonitas le dieron cada año durante tres años cien talentos de plata, y diez mil coros de trigo y diez mil de cebada.
Después de esto, los moabitas y amonitas, así como algunos de los meunitas, vino a atacar a Josafat.
Los meunitas trajeron regalos como tributo a Uzías. Su fama se extendió hasta la frontera de Egipto, pues llegó a ser muy poderoso.
Construyó ciudades en la región montañosa de Judá, y fortalezas y torres en las montañas y los bosques.
Jotam se hizo poderoso porque se aseguró de que lo que hacía seguía los caminos del Señor, su Dios.