El Faraón le dijo a José: “Tuve un sueño, pero nadie puede interpretar su significado. Pero he oído que cuando alguien te cuenta un sueño sabes cómo interpretarlo”.
Entonces tendrás éxito, siempre y cuando sigas las leyes y los reglamentos que el Señor, a través de Moisés, le ordenó a Israel. ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!
Como el país estaba en paz, pudo reconstruir las ciudades fortificadas de Judá. No hubo guerras durante estos años porque el Señor le había concedido la paz.
Salió al encuentro de Asa y le dijo: “Escúchame, Asa y todo Judá y Benjamín. El Señor está con ustedes mientras estén con él. Si lo buscan, lo encontrarán; pero si lo abandonan, él los abandonará a ustedes.
Ezequías tenía veinticinco años cuando se convirtió en rey, y reinó en Jerusalén durante veintinueve años. Su madre se llamaba Abías, hija de Zacarías.
Ezequías bloqueó la salida del manantial superior de Gihón e hizo que el agua fluyera hacia el lado occidental de la ciudad de David. Ezequías tuvo éxito en todo lo que hizo.
Son como árboles plantados junto a ríos de agua viva, que producen fruto en cada temporada. Sus hojas nunca se marchitan, y son exitosos en todo lo que hacen.
Dios dio a estos cuatro jóvenes la capacidad de aprender y entender en todas las áreas de la literatura y el conocimiento, mientras que a Daniel también le dio el don de interpretar toda clase de visiones y sueños.
En el tercer año del reinado del rey Ciro de Persia, un mensaje fue revelado a Daniel (también llamado Beltsasar). El mensaje era cierto y se refería a un gran conflicto. Él entendió el mensaje y obtuvo la comprensión de la visión.
Sin embargo, me han dicho que tú eres capaz de dar interpretaciones y resolver problemas difíciles. Si puedes leer esta escritura y explicármela, te vestirán de púrpura y te pondrán una cadena de oro al cuello, y llegarás a ser el tercer gobernante del reino”.
Sé fuerte y muy valiente, y asegúrate de obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ha ordenado seguir. No te apartes de ella, ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito en todo lo que hagas.
Sigue recordándole al pueblo la ley. Mediten en ella de día y de noche, para estés seguro de hacer lo que es debido. Entonces tendrás éxito y prosperarás en lo que hagas.
El pueblo siguió adorando al Señor durante toda la vida de Josué, y durante toda la vida de los ancianos que le sobrevivieron, los que habían visto todas las cosas maravillosas que el Señor había hecho por Israel.