Tiempo después, Joás decidió reparar el Templo del Señor.
Abandonaron el Templo del Señor, el Dios de sus antepasados, y adoraron postes de Asera e ídolos. Judá y Jerusalén fueron castigados por su pecado.
Joiada hizo que se casara con dos mujeres, y tuvo hijos e hijas.
(Los partidarios de esa malvada mujer, Atalía, habían irrumpido en el Templo de Dios y habían robado los objetos sagrados del Templo del Señor y los habían utilizado para adorar a los baales).