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Referencias Cruzadas

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2 Crónicas 24:18

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Abandonaron el Templo del Señor, el Dios de sus antepasados, y adoraron postes de Asera e ídolos. Judá y Jerusalén fueron castigados por su pecado.

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28 Referencias Cruzadas  

El Señor estaba enojado con Israel, y provocó a David contra ellos, diciendo: “Ve y haz un censo de Israel y de Judá”.

También se erigieron altares, pilares sagrados y postes de Asera en toda colina alta y bajo todo árbol verde.

Has hecho más mal que todos aquellos que vivieron antes que tú. Has ido y te has hecho otros dioses, ídolos de metal fundido que me han hecho enfadar. Me has desechado.

Una vez que Roboam se afianzó en el trono y estuvo seguro de su poder, junto con todos los israelitas abandonó la ley del Señor.

En el quinto año del reinado de Roboam, Sisac, rey de Egipto, vino y atacó a Jerusalén porque habían sido infieles a Dios.

Jehú, hijo de Hanani, el vidente, salió a hacerle frente. Le dijo al rey Josafat: “¿Por qué ayudas a los malvados? ¿Por qué amas a los que odian al Señor? El Señor está enojado contigo por eso.

sino que has seguido los caminos de los reyes de Israel, y has hecho que el pueblo de Jerusalén sea tan infiel como la familia de Acab. Incluso has matado a tus hermanos, la familia de tu padre, que eran mejores que tú.

Hizo lo que era malo a los ojos del Señor, tal como lo había hecho la familia de Acab. Pues después de la muerte de su padre ellos fueron sus consejeros, para su ruina.

Pero después de la muerte de Joiada, los líderes de Judá vinieron a jurar su lealtad al rey, y él escuchó sus consejos.

Tiempo después, Joás decidió reparar el Templo del Señor.

El Señor se enojó con Amasías y le envió un profeta que le dijo: “¿Por qué adoras a los dioses de un pueblo que ni siquiera pudo salvar a su propio pueblo de ti?”

“¡No traigan a esos prisioneros aquí!”, les dijeron. “Si lo hacen, no lograrán más que aumentar nuestros pecados y nuestra maldad contra el Señor. Nuestra culpa ya es grande, y su feroz ira está cayendo sobre Israel”.

“Así que la ira del Señor cayó sobre Judá y Jerusalén, y los convirtió en algo espantoso, aterrador y ridículo, como pueden ver ustedes mismos.

Pero como se había vuelto orgulloso, Ezequías no reconoció el don que se le había dado. Así que la ira del Señor cayó sobre él, y sobre Judá y Jerusalén.

Me han abandonado y han ofrecido sacrificios a otros dioses, haciéndome enojar por todo lo que han hecho. Mi ira se derramará sobre este lugar y no se detendrá.

Asegúrense de no acordar un tratado de paz con el pueblo que habite en la tierra a la que van. De lo contrario, se convertirán en una trampa para ustedes.

Porque deben derribar sus altares, derribar sus pilares idólatras y cortar sus postes de Asera,

Incluso sus hijos se acuerdan de adorar en sus altares paganos y en sus postes de Asera, erigidos junto a los árboles verdes y en las colinas altas,

Yo seré como un león con Efraín, y como un feroz león con el pueblo de Judá. Vendré y los desmenuzaré, los llevaré donde nadie podrá ir a rescatarlos.

No dejen que nadie los engañe con mentiras, porque por tales cosas el juicio de Dios es transmitido a los hijos de la desobediencia.

Cuando Acán, hijo de Zéraj, actuó deslealmente al tomar cosas consagradas, ¿no sufrió el castigo todo Israel? No fue el único que murió a causa de su pecado’”.

Cuando el pueblo eligió nuevos dioses, entonces la guerra llegó a sus puertas. Ni siquiera un escudo o una lanza podían encontrarse entre los cuarenta mil guerreros de Israel.

Pero en cuanto murió Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse, adorando ante los baales. Hicieron de Baal-berit su dios.




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