Así que el rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Edom se pusieron en marcha. Después de seguir una ruta indirecta durante siete días, se quedaron sin agua para su ejército y para sus animales.
A partir de este momento, Edom se rebeló contra el gobierno de Judá, y lo sigue haciendo hasta el día de hoy. Al mismo tiempo, Libna también se rebeló contra su gobierno, porque había abandonado al Señor, el Dios de sus antepasados.
Entonces Joram cruzó a Edom con sus oficiales y todo su ejército de carros. Los edomitas lo rodearon a él y a sus comandantes de carros, pero él se abrió paso durante la noche.