Su padre les había dado muchos regalos de plata y oro y objetos valiosos, así como las ciudades fortificadas de Judá; pero le dio el reino a Joram porque era el primogénito.
Roboam también tuvo la sabiduría de colocar a algunos de sus hijos en toda la tierra de Judá y Benjamín, y en todas las ciudades fortificadas. Les dio abundantes provisiones y les buscó muchas esposas. Trabajó para conseguirles muchas esposas.
“Esto es lo que dice el Señor: Si el príncipe regala una propiedad a alguno de sus hijos para que la posea, ésta pertenecerá a sus descendientes. Ellos podrán heredar la propiedad.