Pero los que murieron en ti, Señor, vivirán. Sus cuerpos resucitarán. Despiértense y canten de alegría, ustedes que duermen en el polvo, porque el rocío que reciben es como el rocío de la mañana que da vida a los que están en la tumba.
El Espíritu de Dios que levantó a Jesús de los muertos, vive en ustedes. Él, que levantó a Jesús de los muertos, dará vida a sus cuerpos muertos a través de su Espíritu que vive en ustedes.
Sufro de una agonía por el celo divino que siento por ustedes, pues les prometí un solo esposo—Cristo—a fin de presentarlos a ustedes como una mujer virgen y pura para él.
A todos les estamos hablando sobre él, instruyéndolos y enseñándoles de la mejor forma que conocemos para poder traer a todos ante Dios con plena madurez en Cristo.
Puesto que estamos convencidos de que Jesús murió y se levantó de nuevo, también estamos seguros de que Dios traerá con Jesús a aquellos que han muerto confiando en él.