He enfrentado trabajo duro y luchas, muchas noches sin dormir, hambre y sed, a menudo he estado sin comida, con frío, y sin ropa para cubrirme del frío.
“Mi señor el rey, todas estas cosas terribles que estos hombres le han hecho al profeta Jeremías son malas. Lo han metido en la cisterna, y allí morirá de hambre porque ya no queda pan en la ciudad”.
Después de haber escogido ancianos para cada iglesia, y de haber orado y ayunado con ellos, Pablo y Bernabé los encomendaron al Señor, Aquél en quien creían.
De manera que no se priven el uno del otro, excepto por mutuo acuerdo, por un tiempo, por ejemplo, si quieren dedicar un tiempo a la oración. Después, vuelvan a estar juntos para que Satanás no los tiente a pecar por causa de su falta de dominio propio.
¿Es porque son siervos de Cristo? (Esto podría sonar como una locura). Pero yo he hecho mucho más. He trabajado con más esfuerzo, me han llevado preso en muchas más ocasiones, me han azotado más veces de las que puedo contar, he enfrentado la muerte una y otra vez.
Estoy acostumbrado a no tener nada, y he tenido la experiencia de tener abundancia también. En cada situación que me sea posible, he aprendido el secreto de enfrentarme a la abundancia y luego no tener para comer, de ser rico y vivir en la pobreza:
pues no comimos de la comida de nadie sin pagar por ella. Por el contrario, trabajábamos arduamente día y noche para no ser carga para ninguno de ustedes.