Si alguno tiene hambre, es mejor que coma en su casa para que cuando se reúnan no traiga condenación sobre sí. Les daré más instrucciones cuando vaya a visitarlos.
Pero pronto iré a visitarlos, si es la voluntad del Señor. Entonces podré darme cuenta de qué cosas están diciendo estas personas arrogantes, y qué tipo de poder tienen.
Estoy preparándome para visitarlos por tercera vez y no seré carga para ustedes. ¡No quiero las cosas que tienen, los quiero a ustedes! Después de todo, los niños no deben cuidar de los padres, sino los padres de los hijos.