dicen a la gente que no deben comer ciertos alimentos que fueron hechos por Dios y que deben ser aceptados con agradecimiento por parte de quienes creen y conocen la verdad.
Pero yo observé que lo bueno y lo correcto es comer, beber y hallar placer en el trabajo que Dios nos da aquí en esta vida. Este es el regalo de Dios para nosotros.
No tendrá tiempo para los dioses de sus antepasados, ni para el amado por las mujeres, ni para ningún otro dios, pues se considera más grande que cualquiera de ellos.
Entonces les dijo a las multitudes que se sentaran en la hierba. Luego tomó los cinco panes y los dos peces, miró al cielo y los bendijo. Después de esto, partió los panes en pedazos y dio el pan a los discípulos, y los discípulos lo daban a las multitudes.
Entonces tomó los siete panes y los peces, y después de bendecir la comida, la partió en trozos y la dio a los discípulos, y los discípulos la daban a la multitud.
Los que comen de todo no deben menospreciar a los que no, y los que no comen de todo no deben criticar a los que sí lo hacen, porque Dios ha aceptado a ambos.
Los que respetan un día especial, lo hacen para el Señor; y los que comen sin preocupaciones, lo hacen también, puesto que dan las gracias a Dios; mientras tanto, los que evitan comer ciertas cosas, también lo hacen para el Señor, y del mismo modo, dan gracias a Dios.
“La comida es para el estómago y el estómago es para la comida”, pero Dios destruirá a ambos. Además, el cuerpo no debe ser usado para la inmoralidad, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.
Si no se casan, no es pecado. Si una mujer que no está casada se casa, no es pecado. Pero tendrán muchas dificultades en este mundo y quisiera que las evitaran.
Así que mi mejor consejo es que las viudas que son más jóvenes se casen y tengan hijos y se ocupen del hogar. Así no habrá oportunidad para la crítica que proviene del Enemigo.
No se distraigan con distintas clases de enseñanzas extrañas. Es mejor que la mente esté convencida por gracia y no por leyes en lo que concierne a los alimentos. Los que seguían tales leyes no lograron nada.
Cuando entren a la ciudad podrán encontrarlo antes de que suba a comer en lugar de adoración. El pueblo no comerá antes de que él haya llegado, porque él tiene que bendecir el sacrificio. Después comerán los que han sido invitados. Si se van ahora, lo alcanzarán”.