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Referencias Cruzadas
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1 Tesalonicenses 2:3

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Pues lo que hablamos no es engaño, ni es algo inútil, y tampoco un fraude.

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18 Referencias Cruzadas  

Moisés se enfadó mucho y le dijo al Señor: “No aceptes sus ofrendas. Nunca les he quitado ni un burro ni he tratado mal a ninguno de ellos”.

Después de leer la Ley y los Profetas, los líderes de la sinagoga les enviaron un mensaje, diciendo: “Hermanos, por favor, compartan con la congregación toda palabra de ánimo que puedan”.

José, al que los apóstoles llamaban Bernabé (que quiere decir “hijo de la consolación”), era un Levita, nativo de Chipre.

Estas personas son falsos apóstoles, obreros deshonestos, que fingen ser apóstoles de Cristo.

No somos como la mayoría, que hacen negocios con la palabra de Dios por conveniencia. Muy por el contrario: somos sinceros al predicar la palabra de Dios en Cristo, sabiendo que él nos ve.

Pero sí hemos renunciado a los actos secretos y vergonzosos. No actuamos con engaño ni distorsionamos la Palabra de Dios. Nosotros demostramos lo que somos al revelar la verdad ante Dios, a fin de que todos puedan decidirse a conciencia.

No nos anunciamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor. De hecho, somos siervos de ustedes por causa de Jesús.

Nosotros seguimos, no importa si recibimos honra o deshonra, si somos maldecidos o alabados. La gente nos llama fraude, pero nosotros decimos la verdad.

¡Por favor, abran un espacio para nosotros en sus corazones! No le hemos hecho mal a nadie, no hemos corrompido a nadie, ni nos hemos aprovechado de nadie.

Saben cómo nos interesamos por cada uno de ustedes como un padre que cuida de sus propios hijos. Los animamos, los consolamos, y compartimos con ustedes nuestra experiencia

Porque Dios no nos llamó a vivir vidas impuras, sino vidas santas.

Por esto Dios les envía un engaño que los convencerá a fin de que crean en la mentira.

Nosotros no seguimos mitos inventados cuando les hablamos sobre la venida poderosa de nuestro Señor Jesucristo, pues nosotros mismos vimos su majestad.

Aquí estoy ante ustedes. Traigan cualquier acusación que tengan contra mí en presencia del Señor y de su ungido. ¿Me he apropiadodel buey o del burro de alguien? ¿He perjudicado a alguien? ¿He oprimido a alguien? ¿He aceptado un soborno de alguien para hacerme el de la vista gorda? Díganmelo y les pagaré por ello”.




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