¡Ustedes son nuestro orgullo y nuestra alegría!
Los ancianos se alegran de sus nietos, y los hijos sienten orgullo de sus padres.
Un hombre no debe cubrir su cabeza, porque él es la imagen y la gloria de Dios, mientras que la mujer es la gloria del hombre.
aunque ahora solo entiendan en parte, a fin de que cuando el Señor venga, ustedes estén orgullosos de nosotros, como nosotros de ustedes.
Así que cuando ya no pudimos aguantar más, decidimos que sería mejor quedarnos en Atenas,