Cuando llegaron, subieron las escaleras del lugar donde posaban hasta la habitación de arriba. Allí estaba Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomeo y Mateo; Santiago el hijo de Alfeo, Simón el Celote, y Judas, el hijo de Santiago.
y de allí hasta Filipos, que es la ciudad más importante de Macedonia, y también una colonia romana. Y nos quedamos en esta ciudad durante varios días.
Esta carta viene de parte de Pablo, apóstol de Jesucristo, conforme a la voluntad de Dios, y de parte de Timoteo, nuestro hermano. Es enviada a la iglesia de Dios en Corinto, así como a todo el pueblo de Dios que está por toda la región de Acaya.
Sé cuán prestos están para ayudar. De hecho, elogié esto en Macedonia, diciendo que en Acaya ustedes han estado prestos por más de un año, y que su entusiasmo ha animado a muchos de ellos a dar.
Porque ustedes han difundido el mensaje del Señor, no solo en Macedonia y Grecia, sino que en todas partes la gente ha oído de su fe en Dios, de modo que no necesitamos hablarle a nadie de ello.
y de hecho ustedes demuestran este amor a todos los creyentes que están en toda Macedonia. Aun así, queremos animarlos, hermanos y hermanas, a que amen cada vez más.
No permitas que nadie te menosprecie por ser joven. Sé un ejemplo para aquellos que creen en Dios, en tu manera de hablar, en tu estilo de vida, en amor, en fe y en pureza.