1 Samuel 25:38

Versión Biblia Libre

Unos diez días después, el Señor abatió a Nabal y éste murió.

Referencias Cruzadas

2 Samuel 6:7

El Señor se enojó con Uza, y Dios lo hirió allí mismo por su desobediencia, y murió junto al Arca de Dios.

2 Reyes 15:5

El Señor tocó al rey y tuvo lepra hasta el día de su muerte. Vivió aislado en una casa aparte. Su hijo Jotam estaba a cargo del palacio y era el verdadero gobernante del país.

2 Reyes 19:35

Aquella noche el ángel del Señor fue al campamento asirio y mató a 185.000 personas. Cuando los supervivientes se despertaron por la mañana, estaban rodeados de cadáveres.

2 Crónicas 10:15

El rey no escuchó lo que el pueblo decía, pues este cambio de circunstancias venía de Dios, para cumplir lo que el Señor le había dicho a Jeroboam hijo de Nabat por medio de Ahías el silonita.

2 Crónicas 13:20

Jereboam nunca recuperó su poder durante el reinado de Abías. Finalmente, el Señor lo abatió y murió.

Salmos 104:29

Cuando te alejas de ellos, se aterrorizan; cuando retiras su aliento de vida, ellos mueren y regresan al polvo.

Salmos 73:19

¡Cuán rápido son destruidos! Su fin es espantoso.

Éxodo 12:29

A medianoche el Señor mató a todo primogénito varón en la tierra de Egipto, desde el primogénito del Faraón, que estaba sentado en su trono, hasta el primogénito del prisionero en la cárcel, y también todo el primogénito del ganado

Hechos 12:23

De inmediato el ángel del Señor lo derribó, porque no le dio la gloria a Dios. Y fue consumido por los gusanos y murió.

1 Samuel 25:33

Que seas recompensada por tus sabias decisiones, por haber evitado que hoy derramara sangre y me vengara.

1 Samuel 25:37

A la mañana siguiente, cuando Nabal estaba sobrio, su mujer le contó lo que había sucedido. Cuando él la escuchó, le dio un ataque al corazón y se quedó paralizado.

1 Samuel 26:10

Vive el Señor, el Señor mismo lo matará. O le llegará su hora y morirá, o irá a la batalla y lo matarán.

1 Samuel 6:9

pero no dejen de vigilarla. Si sube por el camino hacia su patria, hacia Bet-Semes, entonces es el Señor quien nos ha causado todo este terrible problema. Pero si no lo hace, entonces sabremos que no fue él quien nos castigó, sino que nos ocurrió por casualidad”.