“Prestaatención a las peticiones de tu siervo, y a las de tu pueblo Israel, y responde siempre que te invoquen.
Que vigiles este Templo día y noche, cuidando el lugar donde dijiste que serías honrado. Que escuches la oración que tu siervo eleva hacia este lugar,
Porque los apartaste de todas las naciones del mundo como un pueblo que te pertenece, tal como lo declaraste por medio de tu siervo Moisés cuando sacaste a nuestros padres de Egipto”.
“Ahora, Dios mío, abre tus ojos y que tus oídos presten atención a las oraciones ofrecidas en este lugar.
El Señor está cerca de los que piden su ayuda, de los que le piden de corazón.
Porque tú, Señor, eres bueno; tú eres perdonador y amoroso con todos los que vienen a ti.