También mandó hacer la Sala de las Columnas, de cuarenta codos de largo y treinta de ancho. Tenía un pórtico delante, cuyo dosel también estaba sostenido por columnas.
Alrededor del gran patio, del patio interior y del pórtico del Templo del Señor había tres hileras de piedra labrada y una hilera de vigas de cedro.
Todos los portales y las cubiertas de las puertas tenían marcos rectangulares, con las aberturas una frente a la otra, de tres en tres.