También se llevaron todas las ollas, las palas, los apagadores de lámparas, los platos y todos los demás objetos de bronce que se utilizaban en el servicio del Templo.
La cantidad de bronce que provenía de las dos columnas, del mar y de los carros móviles, que Salomón había hecho para el Templo del Señor, todo esto pesaba más de lo que se podía medir.
“Mira, me he tomado muchas molestias para proveer la casa del Señor: 100.000 talentos de oro, 1.000.000 de talentos de plata, y bronce y hierro, más de lo que se puede pesar.
Tienes muchos trabajadores, como canteros, albañiles, carpinteros y toda clase de artesanos del oro, la plata, el bronce y el hierro, sin límite. Así que ponte en marcha, y que el Señor te acompañe”.
La cantidad de bronce que provenía de las dos columnas, del Mar, de los doce toros de bronce que estaban debajo y de los carros móviles que Salomón había hecho para el Templo del Señor, todo esto pesaba más de lo que se podía medir.