Y cada carro tenía cuatro ruedas de bronce con ejes de bronce. Un lavamanos descansaba sobre cuatro soportes que tenían coronas decorativas a cada lado.
Tanto los paneles laterales como los postes estaban decorados con leones, bueyes y querubines. Encima y debajo de los leones y los bueyes había guirnaldas decorativas.
En la parte superior de cada carro había una abertura redonda a modo de pedestal para sostener el lavamanos. La abertura tenía un codo de profundidad y un codo y medio de ancho. La abertura tenía tallas a su alrededor. Los paneles del carro eran cuadrados, no redondos.
Era el ruido que hacían las alas de los seres al rozarse entre sí y el ruido que hacían las ruedas junto a ellos, un ruido realmente fuerte que sonaba como un terremoto.