Cuatrocientos ochenta años después de que los israelitas salieran de Egipto, en el cuarto año del reinado del rey Salomón, en el mes de Zif, Salomón comenzó a construir el Templo del Señor.
La sala de entrada en la parte delantera del Templo tenía veinte codos de ancho. Tenía todo el ancho del Templo y sobresalía diez codos por delante del mismo.
El tamaño de los cimientos que Salomón puso para el Templo de Dios era de sesenta codos de largo y veinte de ancho, (según la antigua medida de codos).